Historia del Arte - 2º Bachillerato
Historia del Arte - 2º Bachillerato
EL ARTE ROMANO
El arte romano no se habría desarrollado sin el antecedente del arte griego. Las élites romanas deseaban imitar el arte y la cultura griegas, antes incluso de la conquista del Egeo en el s. II aC De hecho el arte etrusco, antecedente del romano en la propia Italia, también tiene su deuda con el arte griego desarrollado en la Magna Grecia y extendido por la actividad comercial. La conquista de los reinos helenísticos y su saqueo contribuyen al proceso de helenización en territorio romano, a pesar de la oposición de algunos sectores humillados ante la claudicación de la cultura romana.
Por tanto es cierto que se perpetúan en el arte romano, muchos criterios, principios e incluso elementos concretos del arte griego, si bien es igualmente cierto que el arte romano también tuvo su propia aportación y una personalidad propia sobre todo en el campo de la arquitectura. . También habrá aportaciones romanas propias en las artes plásticas, especialmente en lo que se refiere al retrato y al relieve.
Podemos resumir las influencias y raíces del arte romano hasta comienzos del Imperio en:
Las culturas itálicas primitivas.
El arte etrusco.
El arte griego, tomado primero de la Magna Grecia y posteriormente en la propia Grecia.
Arquitectura y ciudad
Roma crea un imperio y se adueña del mundo. El Mediterráneo se convertirá en un mar romano y sus confines serán alcanzados en el norte de Europa. Tres vínculos poderosos unifican su gran empresa cultural: una lengua común, el latino; una normativa jurídica para todos sus ciudadanos, el derecho romano; y una arquitectura al servicio del Estado.
Allí donde llegaban las legiones del Senado y del pueblo romano fundaban colonias y planificaban ciudades, controlando su colonización mediante una gigantesca red de calzadas radiales. Vías partían radialmente de la Áurea Columna Miliaria, punto kilómetro 0 situado en el foro de Roma, en dirección a las fronteras. Allí donde se necesitara una nueva plaza se trazaron sobre un plano geométrico inspirado en el urbanismo helenístico y experimentado con éxito en los campamentos militares. Vitruvio aconseja elegir un lugar sano, protegido de nieblas y de vientos. El siguiente paso era delimitar las dos calles mayores: el cardo, que se cruzaba en ángulo recto con el decumanus, formando en su intersección un espacio público: el foro. Estas vías principales coincidían con las cuatro puertas que se abrían en la muralla, orientadas hacia los puntos cardinales. Luego, se cortaron longitudinalmente y transversalmente los cuadrados interiores en parcelas secundarias, dando origen a manzanas regulares destinadas a viviendas. En su sistema de alcantarillado se reconocían las aguas residuales hasta verterlas en los pozos o en los ríos cercanos. En las afueras se situaron las necrópolis con una rica tipología de tumbas, entre las que sobresale el columbario, con nichos para depositar las cenizas.
Características de la arquitectura romana:
Ordenación, planificación, colosalismo que exalta el poder de Roma, regularidad y simetría en su concepción urbana y arquitectónica; un sentido eminentemente útil o utilitario de la obra construida, lo que deriva finalmente en un arte funcional y de grandes avances técnicos.
Utilización de nuevos materiales como el hormigón u opus cementicium, que permitía elevar muros gruesos y voltear atrevidos arcos, bóvedas y cúpulas. La ligereza, resistencia y bajo coste del ladrillo u opus latericium lo convirtió en el material idóneo para los paramentos, que en los edificios emblemáticos se revestían con placas de mármol.
Utilización del arco que aprenden de los etruscos. El arco que utilizan es el semicircular o de medio punto.
También utilizan la bóveda, aunque no será hasta los días del Imperio, cuando el pueblo romano esté en posesión de una arquitectura sobredada plenamente formada.
Descubran el ábside como eje de simetría horizontal y la cúpula como eje de simetría vertical.
Si del contacto con los etruscos Roma utilizó el arco y la bóveda, del contacto con los griegos, toma el dintel y las órdenes. Así utilizan tanto construcciones superiores como adinteladas. Una característica es la superposición del dintel al arco.
Superposición de órdenes en altura, empleando el dórico en la planta baja por su robustez, seguido en los pisos superiores por el jónico, corintio y un módulo específicamente romano, que resulta de la combinación de los dos anteriores: el compuesto. El orden compuesto es el de fuste liso y basa ática, su capitel es corintio pero también como toscano. El orden jónico emplea en todas las columnas el fuste estriado, mientras que el corintio se presenta con fuste liso o con fuste estriado. Las órdenes se alternan con arquerías en los muros. La altura de los romanos será el orden preferido. El capitel compuesto está formado por elementos jónicos y corintios.
Simetría vertical (sistema axial) en la concepción de los conjuntos monumentales.
Espacios y edificios urbanos:
El foro : espaciosa plaza rectangular (como una adaptación del ágora griega) abierta en el corazón del tejido urbano, donde se manifiesta el poder político, comercial y religioso, representado por edificios como la curia, la basílica y el templo. A la entrada y en el centro de este espacio social latía el protagonismo glorioso de sus habitantes, visibles en arcos triunfales y columnas honoríficas. La estatua del emperador presidía el lugar y en los soportales se establecían tiendas.
En la ciudad de Roma se multiplicaron los foros, llegando a haber 17, entre los cuales destacaron los construidos o ampliados en época de César (s. I aC) y de Trajano (s. II).
La curia : lugar de reunión del Senado y en sus aledaños se alzaban las tribunas públicas o tribunas desde donde los oradores dirigían sus mitines al pueblo.
La basílica : introducida en Roma a comienzos del s. II aC nos encontramos ya en esta época las de Pompeya y la Emilia Sempronia del Foro romano. Tenía múltiples funciones: bolsas de comercio, sala de reuniones, de administración y frecuentemente como sala de tribunales.
Constaba de una gran sala rectangular dividida en tres naves por filas de columnas, siendo la central más alta que las laterales, para que pudiera iluminarse directamente; la cabecera se remataba por un ábside y enfrente se abre la puerta de acceso. Prevalece de esta forma un marcado eje longitudinal en la concepción de su espacio.
Entre las basílicas más representativas encontramos la Basílica de Majencio: comenzada por el emperador Majencio, fue terminada en tiempos de Constantino, tras derrotar a Majencio en Puente Milvio en el 313.
Consta de una planta de tres naves, divididas en tres tramos con una longitud total de 102m y una anchura de 80 m. La nave central consta también de tres tramos, que se cubren con bóvedas de arista. Las naves laterales se cubren con bóvedas de cañón transversales al eje axial del edificio, sirviendo de contrarresto al empuje de las bóvedas centrales. De hecho se apoyan sobre unos enormes contrafuertes, que estaban horadados en su parte central, permitiendo así el tránsito entre unos tramos y otros de las dos naves extremas. Ocho columnas estriadas gigantescas simulan soportar el peso de las bóvedas centrales, aunque su función es ornamental. El eje longitudinal de la nave central se subrayaba gracias a la apertura mediante arco en los muros, y del anártex columnado que daba acceso desde la parte oriental. Constantino introdujo un pórtico elevado en el segundo piso, el ábside en el segundo piso debió ser el punto de contacto en el lado sur. El interior destacaba por su grandiosidad y lujo oriental.
La basílica romana es el edificio que se tomó como modelo para las iglesias cristianas.
El templo : dedicado generalmente a la tríada capitolina formada por Júpiter, Juno y Minerva, del templo griego, pero presenta características propias, se construyó sobre un alto podio con tres escalinatas de acceso frontal. La celda o habitación principal podía quedar subdividida en tres naves, una para cada dios de la tríada.
Como ejemplo tenemos la Maison Carrée, en la localidad francesa de Nimes, estaba consagrada al numen de Augusto (culto imperial) y por consiguiente, no tiene relieves alusivos, fue construida en el año 16 C, y sus proporciones son 14 por 16 m. Otra obra patrocinada por Agripa en honor de su suegro Augusto, su esposa Livia y sus hijos Cayo y Lucio.
La caliza blanca con que fue construida ha adquirida con el tiempo matices ceniza rojizos y amararados que acentúan aún más su belleza. Es un templo corintio que carece de opistódomos; es hexástilo y pseudoperíptero.
Sin embargo, la más brillante de las construcciones religiosas romanas con planta central será el Panteón de Roma, presenta un estado de conservación muy bueno gracias a haber habilitado para iglesia consagrada a Santa María de los Mártires en la época cristiana y durante la Edad Moderna fue sede de la Academia romana de los Virtuosos, sirviendo de sepulcro a los grandes artistas del Renacimiento y del Barroco.
Rededicado en tiempos de Adriano. Su pórtico cuenta con robustas columnas que debían de alzar en las temas de Agripa; por esto Adriano respetó el nombre del gran ministro de Augusto en el friso de la fachada. En el exterior del Panteón hay dos elementos que no se integran orgánicamente: los pronaos de Agripa y el edificio circular construido por Adriano.
El interior de la sala circular y la gran cúpula (de 43,20 m de diámetro) parece obra de Adriano, probablemente dirigida por Apolodoro de Damasco. La media naranja de la bóveda tiene una abertura redonda en su parte alta, por donde penetra la luz; está construida con nervios y arcos de ladrillo rellenos de hormigón.
Al concentrar el peso de la media naranja en varios puntos permite abrir en los espacios intermedios del muro profundos capilares. El Panteón fue el modelo del que aprendieron los arquitectos del Renacimiento; Brunelleschi autor de la primera cúpula moderna.
El Panteón tiene todavía su pavimento antiguo de mármoles, pero se han desprendido los estucos que decoraban los casetones de su bóveda, y además, al transformarse en iglesia se modificaron los nichos laterales, que se convirtieron en altares. Conserva aún su puerta antigua de bronce que debía ser dorada, y eran policromos los relieves del pórtico.
El Panteón es el primer edificio en el que aparece el moderno concepto de la arquitectura como arte creador de espacios interiores, aquí el pueblo se concentra para comulgar con los dioses, aislándose del cosmos exterior.
Las proporciones del Panteón son maravillosas. Esta morada de todos los dioses aparece como una síntesis de cielo y de tierra.
Edificios de diversión:
El circo : también conocidos como hipódromos, pues estaban dedicados a las carreras de cuadrigas, caballos y ejercicios atléticos, especialmente el salto del gladiador. De planta estrecha y larga, está rodeada de grados para los espectadores; se levantaba a lo largo de un eje longitudinal: la espina o pedestal central, en torno a la cual se desarrollaba la pista. Termina por uno de los lados en forma semicircular, mientras que el otro es un arco de círculo, cuyo centro en la línea de carrera se encuentra en el centro del comienzo de la pista por donde inicia la carrera. A fin de que todos los concurrentes se encontraran a igual distancia de ella.
El Circo Máximo fue el más grande, con capacidad para 250.000 personas y abría 240 días al año, fue comenzado en tiempos de Calígula. Otro de los más importantes era el de Calígula, que queda encerrado en los muros de Aureliano; ambos subían a la colina y la cabecera de su cávea estaba a la altura de la plaza de San Pedro.
Las carreras de cuádrigas se diferenciaban por el color de la túnica de facciones rivales, se disputaban el éxito, se diferenciaban por el color de la túnica del jinete: blancos, azules, verdes y rojos. En las carreras se comía, apostaba y se realizaban todo tipo de diversiones y espectáculos complementarios.
El teatro : servía para las representaciones teatrales y generalmente eran pagadas por los ediles, para así conseguir adeptos, por lo que las representaciones eran gratuitas y el pueblo acudía en masa.
El teatro romano se levantó a ras del suelo a diferencia del griego, que aprovechaba la pendiente de una colina para acomodar el graderío. Las graduadas podían ser semicirculares como las griegas, sino semicirculares, y la orquesta también es semicircular, ganando espacio la escena. Los accesorios laterales se convierten en túneles encimadados que dan a unas puertas (vomitorios), disponiendo también de vallas (praecinctiones) para separar la distribución de las distintas clases sociales. La cávea se divide en ima cávea (parte baja) media cávea y summa cávea (parte superior). Además el prosenion griego de paneles pintados se reemplaza por un fondo decorado arquitectónicamente.
El más antiguo de los teatros romanos conservados es el de Pompeya del s. II aC En Roma el Teatro Marcelo, inaugurado por Augusto en el año II, tenía un foro para 20.000 personas. En España se conservan 21 teatros, destacando los de Pollentia (Alcudia, Mallorca), Acinipo (Ronda, Málaga), Itálica (Santiponce, Sevilla)... pero uno de los más importantes es sin duda el de Emérita Augusta (Mérida, Badajoz). ).
El odeón : servían para conciertos musicales y recitales poéticos, su estructura es similar a la de un teatro pero de proporciones reducidas para mejorar la acústica.
El anfiteatro : los romanos crearon una forma arquitectónica para satisfacer la necesidad que tenían de divertirse con luchas sangrientas de gladiadores o de hombres con animales salvajes; juntaron dos teatros dando lugar a un espacio de rueda elíptico de asientos alineados.
Lo más apreciado por el público era los combates entre gladiadores, prisioneros de guerra, condenados, profesionales o aventureros. La regla exigía que el vencedor matara al vencido, excepto si el presidente de los juegos concedía el perdón.
Cuando participaban animales, para neutralizar el olor, se repartían por el anfiteatro perfumadores; los esclavos eran los encargados de hacerlo entre los notables. En los entreactos se encontraban los amigos mientras que bajo las arcadas se podía comer.
Las ejecuciones se hacían también aquí, los condenados a muerte, no ciudadanos romanos, se les echaba a las fieras.
En el interior , rodeando la arena propiamente dicha, un muro protegido a los espectadores de las primeras filas de los saltos de las fieras, sujeta estos aros. La cávea se divide en “maenian”. Sobre el maenian más bajo se encuentran las plazas reservadas a los espectadores de más alto rango social. Las demás plazas de las cáveas, en función del grupo social, cuanto más baja es su extracción más alta eran las plazas que ocupaban. Las arcadas, los pasillos, escaleras y corredores permiten llegar a las plazas rápidamente sin empujones y sin que los espectadores de los diferentes grupos sociales se encuentren.
En circunstancias excepcionales se organizan naumaquias o batallas navales, tras impermeabilizar el suelo y convertirlo en un estanque.
En el exterior , los anfiteatros presentan las características propias de la arquitectura romana: superposición del dintel al arco y superposición de órdenes en la misma fachada.
De entre el grupo de anfiteatros citaremos el Coliseo o Anfiteatro Flavio iniciado por Vespasiano, fue terminado por su hijo Tito en el año 80 inaugurándolo con 100 días continuos de juegos. De planta ovalada mide 187,75 por 155,60 m, y la arena 79,35 por 49 m. Permitía un aforo para 50.000 personas. Los materiales utilizados son el hormigón, ladrillo, travertino y toba.
La cávea se dispone en tres pisos comunicados entre sí, cuyos corredores se cubrirían con bóvedas de arista de cañón. Bajo la arena, en una zona subterránea, se guardan los mecanismos, objetos, tramoyas, jaulas y armas. Debieron tener también aquí enfermerías y depósitos de cadáveres. El piso de arena estaba encima de estos subterráneos era de madera y por medio de máquinas se sacaban a la escena las fieras, esclavos, etc.
Contaba con dos puertas principales, a la derecha la Triumphalis (por donde entraban los gladiadores) ya la izquierda la Libitinaria (por la que salían los cadáveres).
Al exterior , cada piso abre galerías en arcos de medio punto, con semicolumnas adosadas en los espacios intermedios, de diferente orden cada piso: dórico-toscano el primero, jónico el segundo y corintio el tercero. En las arquerías del segundo y tercer piso se colocaron estatuas y sobre el arco de la entrada principal una cuadriga. Tito agregó un piso más para aumentar el aforo, con pilastras adosadas al muro pero sin arcadas. Sobre este cuarto piso se colocaban mastiles para poder instalar toldos y dar sombra a los espectadores, eran colocados por marineros venidos de la base naval de Misenum.
Para mayor realce se cubió el exterior con placas de mármol.
En España poseemos 12 anfiteatros, sobresaliendo el de Itálica , por su capacidad y perfecta visibilidad. Los provenzales de Nimes y Arlés se siguen utilizando como plazas de toros.
Las termas : lugar donde transcurre el pasatiempo cotidiano. Era un lugar frecuentado por razones higiénicas y para mantener la salud física y el cultivo de las relaciones sociales, ya que en ellas existían salas de reunión, jardines, biblioteca, palestra… Eran de carácter gratuito. Su origen se halla en la adaptación de los gimnasios y palestras griegas a un nuevo sistema de calefacción inventado en Campania, el Hypocaustum, consistente en un doble suelo por el que discurría aire caliente, procedente a su vez de una habitación (praefurnium) en el que se localizaba un gran horno (furnus).
El núcleo lo constituye una piscina que, al llenarse con agua a temperatura ambiente, está fría y se denomina frigidarium . En los flancos se distribuyen los vestuarios o apodyterium y las salas climatizadas por la calefacción: el tepidarium y el caldarium , con bañeras de agua templada y caliente, acondicionadas por una red hidráulica de tuberías subterráneas que pasaban por hornos de leña.
Destacan las termas de Caracalla comenzadas en la época de su padre Septimio Severo, fueron inauguradas en el 216, sufrieron reformas en épocas posteriores. Se podía alojar visitantes en estas partes de “barrio”, aún así Caracalla consiguió embellecer con magníficos materiales. Destacan sus enormes salas, más de 300 m de lado en su fachada.
Planta cuadrada, con aulas y pistas para juegos y ejercicios atléticos, conversación, lectura, conferencias, etc. En el centro de este espacio es donde se hallaba el balneario propiamente dicho. La fachada exterior presentaba porches. En los lados se abrían hemiciclos de tres amplias salas cada uno y al fondo una amplia gradería para contemplar el patio donde se desarrollaban diversos espectáculos.
El balneario contaba con numerosas salas; en los extremos laterales de los pórticos había entradas, ya las cuales accedían las termas, pasando los vestuarios.
Destacan también las termas de Trajano y las de Diocleciano .
Edificios conmemorativos : los más significativos son la columna y el arco de triunfo . Ambos sirvieron como elementos propagandísticos de sus promotores, así como elemento de conmemoración de sus campañas militares. Al principio los arcos eran de madera pero con posterioridad se implantó la práctica de hacerlos monumentales y de carácter permanente, sirviendo además gracias a sus relevos las campañas y honores de sus promotores. Destacan los arcos de Tito , el de Septimio Severo , el de Adriano y el de Constantino .
La columna tuvo también un sentido propagandístico y de recordatorio. Se podía admirar desde cualquier punto y cuenta con relieves conmemorativos. La más conocida es la Columna Trajana .
Obras de ingeniería : aunque los romanos conocen el sifón, prefirieron el sistema de la conducción de agua a nivel medio por arcos sobre pilares de altura en consonancia con el desnivel del terreno. De ahí los acueductos, destacamos entre los de Roma, el de Claudio ; en Provenza es muy conocido el de Gard (19 aC), con tres órdenes de arcos, de perfecta orden compositiva que salvan un desnivel de unos 48 m de longitud y 77 m. de altura; En España destaca el Acueducto de los Milagros (Mérida, s. III) y el Acueducto de Segovia , labrado todo en granito, mide unos 700 m. de longitud y unos 30 de altura máxima, es del s. Yo, y al parecer, se terminaría en tiempos de Augusto.
La red admirable de calzadas y vías , obliga a la construcción de numerosos puentes, en España, el de proporciones más esbeltas, tiene cerca de 50 m. de altura, por el encajonamiento en el río Tajo, es el de Alcántara , que tiene un arco de triunfo en su parte central, y un templo a su entrada. Es obra del arquitecto Cayo Julio Lacer (105-106 dC). El de Mérida , sobre el Guadiana, es mucho menos elevado, pero, en cambio, mide cerca de 1 km. de longitud y se distingue por su alternar de arcos grandes con otros menores abiertos en sus pilas.
La casa : la plebe y la clase media viven en régimen de alquiler. Los inquilinos se hacinan en bloques comunitarios de pisos de cuatro o cinco plantas llamados insulae . Las ordenanzas establecidas el límite permitido en 21m de altura pero la normativa se incumple. El material de construcción era la madera, acarreando grandes riesgos de incendios y frecuentes amenazas de ruina. En los bajos se establecían tiendas y los apartamentos se situaban en los niveles altos; las pequeñas habitaciones se distribuían a lo largo de un pasillo, carecen de agua y la cocina y la letrina son comunitarias.
Por el contrario, la comodidad abunda en la domus , la lujosa mansión unifamiliar de los patricios, pavimentada con mosaicos y con decoración pictórica en las paredes. La entrada o atrio se abre en el centro de la fachada, dando paso a un vestíbulo alargado con grifos . A los lados se sitúan locales comerciales o tabernas, que suelen ser alquilarlas. El atrio era la gran sala destinada a recibir huéspedes; en el rincón se encuentra el armarito con las mascarillas de los difuntos y el larario con las imágenes religiosas que presiden el devocionario doméstico. Entre el atrio y el fondo de la casa, la decoración se realizaba periódicamente por el tablinium, dejando descubierto el peristilo. Las cuatro habitaciones precedidas por el tablinium, desempeñan diferentes funciones. Las cuatro habitaciones abiertas se despliegan en torno a un gran peristilo que da acceso a las salas situadas en la parte interior de la domus. En las casas urbanas los pisos porticados hacia el que convergen la cocina, el comedor o triclinium con ventanas y divanes de mármol para almorzar y cenar recostados, y las letrinas y termas familiares.
Entre las grandes residencias imperiales destacan la Casa de Augusto en el Palatino, la Domus Áurea de Nerón y la Domus Flavia de Domiciano .
Escultura
La escultura romana también está vinculada con dos tradiciones principales:
La griega consecuencia del saqueo romano de obras de arte y del empleo de escultores helenos; como consecuencia se desarrollará así un clasicismo romano que durará mucho tiempo.
La tradición etrusca influirá en su mayor realismo, característico del retrato romano y la importancia etrusca del tema fúnebre, dará pie al retrato funerario, muy habitual también en Roma.
En resumen, el tema escultórico en Roma sigue siendo el Hombre, pero no bajo la idealización griega, sino más bien con un carácter realista.
El retrato:
Es el género preferido en Roma. Sus orígenes se remontan a la época republicana y en su configuración destacan dos antecedentes: la tradición funeraria de las imagines maiorum o efigies de los antepasados, y el retrato fisionómico griego del período helenístico.
Las imagines maiorum se obtenían directamente del cadáver poco después de morir, eran mascarillas de cera. La imagen del difunto se colocaba en el lugar más patentado de la casa, metida en un armario de madera. En las funciones públicas se solían descubrir y adornar con esmero. También se sacan en el cortejo fúnebre cuando fallece algún miembro ilustre de la familia. Posteriormente se puso de moda perpetuar estas mascarillas en vaciados de bronce y copias de mármol.
Simultáneamente, los vivos desearon efigiarse, mostrando predilección por la absoluta fidelidad al modelo y aceptando sus defectos físicos. Surgen pues semblantes tersos, rostros severos, desdentados, con arrugas, verrugas y cicatrices. El retrato se cultiva entero, de pie, sedente y ecuestre, o sólo la parte superior del cuerpo.
El retrato en la época republicana: Características:
Tendencia realista, por esa exigencia del gusto romano formada en las imagines maiorum .
La personalidad grave y serena de los retratados, presenta a estas esculturas un tono fuerte, enérgico y decidido que falta a los retratos helenísticos idealizados.
La mayoría de estos retratos fueron hechos por artistas griegos.
El busto solo comprende hasta el cuello.
En cuanto al retrato femenino, son pocos. Un tipo muy usado es el de mujer cubierto por un manto.
Como ejemplos de retratos de esta época tenemos: el Busto de Julio Lucio Bruto o Romano desconocido (bronca). Primera fase de ejecución, destaca el perfecto trabajo de realismo del rostro utilizando pasta vítrea en el iris, pupila de los ojos y marfil en la córnea. La Estatua Barberini (mármol), 50-30 aC, ciudadano romano que porta las efigies de sus antepasados en el entierro de un familiar. Los retratos de Pompeyo, César y Cicerón . Del retrato femenino encontramos una muy bella pieza en el retrato de Clitia presentación surgiendo de una flor.
El retrato bajo el Imperio:
En el año 27 aC, el régimen republicano da paso al Imperio encarnado en Octavio que recibe del Senado el sobrenombre de Augusto o Sacrosanto . El papel preponderante que en la vida romana interpreta al emperador, tiene un reflejo inmediato en el arte del retrato. Las facciones del príncipe se idealizan, se evitan los defectos—que no impide recoger los rasgos faciales, su imagen se convierte en instrumento de propaganda. Las estatuas-retrato en las que el emperador aparece como jefe militar, sacerdote de sumo, ciudadano togado o héroe mitológico. En el futuro para ganar prestigio y admiración, se conservará el cuerpo y se irá renovando desmontando las cabezas de los emperadores, según vayan ocupando el poder. De Augusto poseemos una serie de retratos excelentes que nos muestran sus rasgos finos y distinguidos, su expresión pensativa y su constitución nada robusta.
Augusto en Prima Porta (19 aC), viste traje militar de gala y arenga a las tropas. En su corazón, un parto devuelve los estandartes de Craso y aparece también un bárbaro vencido. El Eros cabalgando sobre un delfín que aparece a sus pies, nos recuerda su ascendencia de Venus, como miembro de la familia Julia. Esta estatua crea el modelo de retrato del emperador romano.
Augusto como Pontifex Maximus : cubre su cabeza con manto y se encuentra en actitud oferente, porta en la mano la pátera del oficiante. A pesar de su avanzada edad, debía tener ya los 50, sus rasgos siguen siendo juveniles.
El poder cada vez más absoluto del emperador no tarda en desembocar en su divinización, sobre todo después de muerto. A César, en tiempos de Augusto, se le representa ya desnudo y se le da el calificativo de divino. Claudio será divinizado con el águila de Júpiter al pie.
Durante la época Flavia (69-96 dC), se vuelve a la sinceridad de la época republicana, que se apoya sobre el busto ampliado hasta los hombros, perdiéndose la frontalidad y consiguiendo dar una estudiada expresión natural de preocupación. Como ejemplos tenemos los retratos de Tito y Domiciano .
El peinado bajo con pequeños mechones irregulares sobre la frente perdura hasta Trajano (98-117 dC).
En la época de Adriano (117-138 dC) se recupera la corrección académica y el convencionalismo en las pupilas, además encontramos dos innovaciones: aparece la barba y se realiza incisión en las pupilas y el iris que proporciona gran expresividad. El busto se prolonga hasta los pectorales y parte de los brazos. Creación de su época fue el retrato de Antínoo , ícono de gran belleza, de expresión melancólica, anchísimos pectorales casi femeninos y rica cabellera, tiene más de dios que de hombre. También se puede destacar el retrato de Adriano procedente de Itálica, donde se encuentra la cabeza de la Medusa Gorgona.
En la época de los Antoninos (138-192 dC), durante esta época el retrato llega a un puro barroquismo; la barba abundante y rizada, el cabello cae en mechones y para ello el empleo del trépano con el que se horada profundamente el mármol para crear puntos de sombra intensa. Ejemplos son el retrato de Cómodo (imitando los atributos de Hércules, piel del león de Nemea, la maza y las tres manzanas de la inmortalidad que recogió en el jardín de las Hespérides) y la casi de medio cuerpo y con brazos; y el fantástico retrato ecuestre de Marco Aurelio , que aparece con la toga de filósofo. Hasta el caballo con su actitud rotunda, pero no violenta, contribuye a transmitir la idea de poder sereno y sabio; sube sólo una mano alzada, su rostro sereno, en parte idealizada, nos ofrece autoridad.
La época de los Severos (192-235 dC) supone el comienzo de la decadencia del retrato, aunque sigue la trayectoria de la época anterior. Como ejemplo, tenemos el retrato de Caracalla de principio del siglo III, con el rostro vuelto hacia un lado, es por su expresión de maldad y violencia, de las obras maestras de la escultura antigua.
Época Constantiniana y postconstantiniana : a partir de la segunda mitad del siglo III, como toda la escultura romana, el retrato comienza a transformarse en un sentido anticlásico. El fino modelado anterior desaparece y, en cambio, se subrayan los rasgos esenciales de la fisonomía. La expresión del rostro es austera, pero el modelo seco y duro. Así se muestra en el retrato de Constantino y sus sucesores. El retrato de Constantino, está junto con otros restos, poco realista, pero que emana de una enorme escultura sedente del emperador. La cabeza de este retrato es la cabeza de un hombre que está por encima de los demás hombres. Es un retrato serio, inaccesible, deshumanizado, hierático. La imagen servirá como patrón y modelo a la estatuaria bizantina y medieval, lejanas del realismo romano y más proclive a la magnificencia de los símbolos.
De las emperatrices existen hermosos retratos. De Livia , la mujer de Augusto, se ha supuesto el llamado Pudicitia, con la cabeza cubierta por el manto y una conservada también con manto que la cubre en el Museo Arqueológico de Madrid. El ejemplar más importante de cuerpo entero es el sedente de la segunda Agripina, madre de Claudio, pero el retrato más bello es el de la llamada Miniatia Pola .
En el último tercio del siglo I, bajo los Flavios el peinado de sus hermanas, Julia, la hija de Tito, impone un peinado rizado a manera de nimbo en torno a la parte superior del rostro y esa moda persiste bajo Trajano, como lo atestiguan los retratos de la hija de la hermana de éste, Marciana y Plotina . A mediados del siglo II, con la mujer de Marco Aurelio, el peinado baja formando grandes ondas y se recoge en la nuca en un moño, o se eleva después en forma de trenza. El peinado bajo, a fines de siglo y comienzos del siguiente, continúa descendiendo cada vez más.
El relieve histórico
El deseo de eternizar en piedra los triunfos guerreros da lugar al relieve histórico. En el relieve romano destaca el nivel técnico alcanzado; Sorprende el detalle y precisión en el modelado, su perfecto realismo y su avanzada perspectiva aprovechando el diferente bucle redondo de las figuras según se coloquen en alto-relieve, medio-relieve o bajorrelieve. Sobresale también su ritmo compositivo, logrado a base de variar las actitudes de los personajes y otorgarle a la narración una movilidad y una riqueza gestual que la hace muy dinámica.
Uno de los monumentos más antiguos es el relieve de Domiciano Aenobardo del año 46 aC en el que el Senado representa a un decenviar las tropas y sacrificar una suovetaurilia.
Bajo Augusto, el relevo dará lugar a una de las obras maestras de la escultura Ara Pacis , iniciada en el año 16 aC e inaugurada el 9 aC, que celebra la Paz. De forma rectangular, con un altar en el centro y elevado sobre un podio se encierra en un muro murado rodeándolo con dos entradas: la anterior, con escaleras para el oficiante, y la posterior para las víctimas. Las esculturas se concentran principalmente en el muro exterior y también en el ara de los sacrificios. En realidad podrían distinguirse cuatro grupos escultóricos:
Los dos frisos externos con el desfile procesional.
Los cuatro relieves alegóricos que flanqueaban las dos puertas.
El zócalo corrido externo, con roleos y acantos.
El friso interno, con bucráneos y guirnaldas.
El tema elegido es el de la procesión que hacen la familia imperial, los magistrados, senadores y sacerdotes para ofrecer en el altar de la Paz de Augusto. Abren el cortejo los lictores, y de acuerdo con la orden del desfile, marcha grave y silenciosamente un creciente número de personajes, entre los que se distinguen, de una parte, a los magistrados y senadores profusamente con sus coronas de laurel y seguidores de los camilos o acólitos con las sacra rituales, y de otra, a los miembros de la familia imperial y sus allegados. Los niños con sus gestos infantiles y su sonrisa, ponen la nota alegre en el desfile, y aún no falta algún tema anecdótico, como el del niño que introduce el dedo en la boca e impone silencio a los dos que hablan.
Los personajes no se desfilan en un solo plano, se dibuja en relieve más bajo, una segunda fila de personajes que dotan de profundidad a la escena. Este deseo de profundidad es especialmente sensible en la escena del Sacrificio de Eneas, donde se representa en último término, y en pequeño tamaño, un templo en perspectiva.
En el año 71 dC se produce una nueva obra maestra en las escenas que decoran el Arco de Tito ; es de un solo vano y en el interior se desarrollan dos escenas relacionadas con el aplastamiento de la revuelta palestina en Judea: Roma conduciendo triunfal la cuadriga del emperador, mientras la Victoria lo corona de laurel; y el desfile de las tropas, que llevan a hombros los despojos del Templo de Jerusalén: el Candelabro de Oro de los siete brazos, la Mesa de Oro y las Trompetas del templo. El encañonado de los planos de mayor a menor relieve es mucho más sabio que en el Ara Pacis.
El Arco de Trajano en Benevento : los relieves no se limitan al interior, sino que cubren también la fachada. En el ático, a la izquierda de la gran inscripción, se figura a Júpiter rodeado por los dioses entregando sus rayos para que Trajano gobierne el Imperio. En los cuatro grandes relieves principales, Trajano aparece en funciones de paz. En los superiores recibe a los veteranos vestidos con sus togas y un grupo de mercaderes y armadores, mientras en los bajos, los senadores presididos por el representante del pueblo con el cuerno de la abundancia y los “equites”, lo reciben a su vez en el Foro Romano. En uno de los bajos del interior se figura al momento en que Trajano inicia su campaña, para que una gran soga desde arriba atraía el sacrificio del toro; mientras en otro aparece alternando a los niños rodeados por figuras agrícolas cercanas con coronas torreada.
Carácter pictórico e ilusionista tienen los relieves que decoran el Arco de Septimio Severo , alusivos al sometimiento de los pueblos partos, árabes y mesopotámicos.
El Arco de Constantino , de tres vanos, es la última etapa del relieve romano. El hecho de que para enriquecer su monumento se incorporan despojos de los suyos y de Trajano y otros monumentos del siglo II y III, es significativo del agotamiento al que llega la escultura romana, pero sobre todo, es el monumento manifiesto, las loas simplemente yuxtapuestas. , el discurso histórico queda reducido a un tema de valor plástico.
En cuanto a las columnas honoríficas , el primer ejemplo de columna encintada en espiral, exhibiendo un ciclo narrativo continuo, es la Columna Trajana , fue diseñada por el constructor de puentes Apolodoro de Damasco e inaugurada en el año 113 para conmemorar la conquista de la Dacia. . Decorado su pedestal con trofeos, victorias y águilas, en la columna misma se representan las campañas del emperador contra los dacios, al otro lado del Danubio. Consta de 155 escenas con 2.500 figuras. Relata las fortificaciones de los ingenieros y las construcciones de los zapadores romanos en las orillas del Danubio, el asalto a las ciudades, el incendio de aldeas, el justiciamiento de prisioneros, la deportación de las tribus bárbaras y el llanto de este pueblo ante el cadáver. de su jefe (Decébalo); Trajano aparece meditando cerca de veces, rodeado de su estado mayor, arengando al ejército y ofreciendo sacrificios a los dioses. Los personajes aparecen esculpidos con gran minuciosidad y el interés narrativo queda sacrificada la preocupación por la ilusión del espacio.
A semejanza de Trajano, se levanta la Columna de Marco Aurelio, se erigió entre los 180 y 193 dC para conmemorar las victorias sobre germanos y sármatas. El relieve es más alto y abundan en la narración las intervenciones milagrosas de los dioses. Originalmente estuvo coronada con una estatua del emperador y su esposa Faustina. Actualmente está presidida por la imagen de San Pablo.