Filosofía - 1º Bachillerato
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La lógica informal
La lógica informal es una rama de la lógica que se centra en el análisis y la evaluación de los argumentos y razonamientos cotidianos, utilizando el lenguaje natural en lugar de símbolos formales. Su objetivo es identificar las falacias, evaluar la validez de los argumentos y mejorar el pensamiento crítico. La lógica informal se aplica en situaciones prácticas, debates políticos, discusiones éticas y otros contextos de comunicación humana, y busca garantizar que los argumentos sean claros, coherentes y razonables.
Las sietes reglas básicas de la argumentación
En la argumentación informal, existen siete reglas básicas que guían la construcción de argumentos y la comunicación efectiva:
Regla de claridad: Los argumentos deben ser expresados de manera clara y comprensible. Evitar ambigüedades y utilizar un lenguaje preciso que facilite la comunicación y el entendimiento.
Regla de consistencia: Los argumentos deben ser coherentes y libres de contradicciones internas. Las premisas y la conclusión no deben entrar en conflicto, ya que la incoherencia debilita la validez del argumento.
Regla de relevancia: Las premisas deben ser relevantes para la conclusión. Cada afirmación o evidencia presentación debe estar relacionada con el punto en cuestión y contribuir de manera significativa al argumento.
Regla de suficiencia: Un argumento debe proporcionar suficiente evidencia o apoyo para respaldar la conclusión. La falta de evidencia adecuada debilita la validez del argumento.
Regla de ausencia de falacias: Evitar el uso de falacias lógicas o argumentativas que distorsionen el razonamiento. Reconocer y corregir falacias mejorando la calidad de la argumentación.
Regla de evidencia confiable: Las fuentes de información y evidencia deben ser confiables y verificables. Utilizar fuentes creíbles y contrastar la información aumenta la solidez del argumento.
Regla de buenas prácticas retóricas: La comunicación efectiva también implica el uso de estrategias persuasivas éticas y éticas. Las buenas prácticas retóricas incluyen escuchar a los demás, considerar diferentes perspectivas y mantener un diálogo respetuoso.
Estas siete reglas básicas de la argumentación informal ayudan a garantizar que los argumentos sean sólidos, coherentes y persuasivos. Al seguir estas pautas, se promueve una comunicación más efectiva y un pensamiento crítico mejor fundamentado.
Tipos de argumentos en la lógica informal
En la lógica informal, se encuentran varios tipos de argumentos que se utilizan para respaldar afirmaciones y conclusiones. Aquí tienes un resumen de los tipos de argumentos más comunes:
Argumentos a base de ejemplos: Estos argumentos se construyen presentando ejemplos específicos que respaldan una afirmación general. Se argumenta que si algo es cierto en varios casos particulares, es probable que sea cierto en general.
Argumentos por analogía: Se establece una analogía o similitud entre dos situaciones o cosas y se argumenta que, dado que comparten ciertas características similares, lo que es cierto en una situación debe ser cierto en la otra.
Argumentos de autoridad: En estos argumentos, se cita a una fuente de autoridad, como un experto, un libro o una institución, para respaldar una afirmación. La premisa es que la fuente es confiable y, por lo tanto, su afirmación es verdadera.
Argumentos basados en la casualidad: Se establece una relación causal entre dos eventos o fenómenos y se argumenta que uno causa el otro. Estos argumentos a menudo se basan en la observación de correlaciones o patrones.
Argumentos deductivos: Aunque la lógica deductiva es más común en la lógica formal, también se encuentran en la lógica informal argumentos deductivos que siguen una estructura en la que las premisas llevan necesariamente a una conclusión.
Las falacias
Las son errores en la argumentación porque no respetan las reglas del buen razonamiento.
Falacias formales
Las falacias formales son errores en el razonamiento que se relacionan con la estructura lógica de un argumento. Aquí tienes un resumen de algunas de las falacias formales más comunes:
Afirmación del consecuente: Esta falacia se produce cuando se supone que, dado que la consecuencia es cierta, la premisa también debe ser cierta. La estructura es "Si P, entonces Q; Q; por lo tanto, P." Sin embargo, esta inferencia no siempre es válida, ya que hay múltiples razones por las cuales Q podría ser verdadero.
Negación del antecedente: En esta falacia, se supone que, dado que el antecedente es falso, la conclusión también debe ser falsa. La estructura es "Si P, entonces Q; No P; por lo tanto, No Q." Esta inferencia tampoco es siempre válida, ya que pueden existir otras causas para la verdad de Q.
Falso silogismo disyuntivo: En un falso silogismo disyuntivo, se presenta una disyunción (una elección entre dos opciones) de manera engañosa, llevando a una conclusión incorrecta. La estructura es "P o Q; No P; por lo tanto, Q." Sin embargo, no se justifica necesariamente que Q sea verdadero solo porque P es falso.
Generalización apresurada: Esta falacia ocurre cuando se saca una conclusión generalizada basada en evidencia limitada o insuficiente. La estructura es "Algunos A son B; por lo tanto, todos los A son B." Esta inferencia no es necesariamente válida, ya que la muestra puede no representar adecuadamente el conjunto completo de A.
Falacias no formales
Las falacias no formales son errores en el razonamiento que no están relacionados con la estructura lógica del argumento, sino con su contenido y contexto. Aquí tienes un resumen de algunas de las falacias no formales más comunes:
Falacia de relevancia o pertinencia: Esta falacia se produce cuando los argumentos presentados son irrelevantes o no están relacionados con la conclusión. Ejemplos incluyen el argumento ad hominem (atacar al orador en lugar de su argumento) o el argumento de la pista roja (desviar la atención del tema principal).
Falacia de ambigüedad: Implica el uso de términos o frases ambiguas que pueden ser interpretados de diferentes maneras. Esta ambigüedad puede llevar a conclusiones erróneas debido a la falta de claridad en las premisas.
Falacia por analogía gramatical: Ocurre cuando se comete un error de estructura gramatical al confundir el significado de las palabras. Esto puede llevar a una interpretación errónea de las premisas y, por lo tanto, a una conclusión incorrecta.
Falacia de presunción, petición de principio o petitio principii: Esta falacia se produce cuando se supone lo que se intenta demostrar en las premisas. En otras palabras, se da por sentado que la conclusión es verdadera sin proporcionar una justificación adecuada. Esto no constituye un argumento válido.
Los sesgos cognitivos
Los sesgos cognitivos son patrones de pensamiento predecibles y sistemáticos que pueden influir en la toma de decisiones y el razonamiento. Aquí tienes un resumen de algunos sesgos cognitivos comunes:
Sesgo de la ilusión de la verdad: Este sesgo se refiere a la tendencia de las personas a creer que una afirmación es verdadera solo porque la han escuchado o visto con frecuencia. La repetición de información puede aumentar la percepción de verdad, incluso si la información es incorrecta.
Sesgo endogrupal o de favoritismo: Implica la tendencia de las personas a favorecer a su propio grupo o comunidad (endogrupo) y mostrar prejuicios hacia los grupos ajenos (exogrupo). Este sesgo puede afectar la percepción de las personas y llevar a la discriminación.
Sesgo de la autoridad: Se refiere a la propensión de las personas a dar mayor peso a las opiniones o decisiones de figuras de autoridad, sin cuestionarlas críticamente. Esto puede llevar a seguir instrucciones o creencias sin un análisis adecuado.
Sesgo del anclaje: Este sesgo se manifiesta cuando las personas dan demasiado valor a la primera información o número que encuentran al tomar decisiones. Esta información inicial (el "ancla") puede influir en exceso en las decisiones posteriores, incluso si no es relevante.
Sesgo del presente: Consiste en dar mayor importancia a la información o eventos recientes en comparación con eventos pasados o futuros. Las personas pueden tener dificultades para evaluar la información de manera equitativa en un contexto temporal.
Sesgo del observador: Se produce cuando las personas atribuyen sus propios errores o fracasos a factores externos, pero atribuyen los errores de los demás a características personales. Esto puede llevar a juicios sesgados y falta de empatía.