Expansión territorial: En el siglo XIX, Estados Unidos experimentó una expansión territorial significativa hacia el oeste. Este movimiento, conocido como la "Marcha hacia el Oeste", implicó la adquisición de vastos territorios a través de tratados, compras y conflictos, como la anexión de Texas, la compra de Luisiana y la exploración de Oregón.

Guerra de Secesión: La Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865) se enfrentó a los estados del norte industrializados contra los estados del sur agrarios. El conflicto se centró en cuestiones como la esclavitud y la autonomía estatal. La victoria del norte consolidó la unidad del país y abolió la esclavitud.

Estados Unidos tras la guerra: Después de la Guerra Civil, Estados Unidos experimentó un rápido crecimiento industrial y económico. La expansión hacia el oeste continuó, y se consolidó como una potencia industrial y económica a nivel mundial.

El Japón feudal: Antes de la Restauración Meiji en 1868, Japón era gobernado por un sistema feudal con un emperador nominal y un shogunato militar. El país estaba cerrado al contacto con el extranjero y seguía prácticas tradicionales.

Revolución Meiji: La Restauración Meiji marcó un período de modernización y occidentalización en Japón. Se abolieron las estructuras feudales, se promovió la industrialización y se adoptaron elementos occidentales en la política, el ejército, la educación y la tecnología. Japón se transformó en una potencia industrial y militar en el siglo XIX.